Un mundo salvaje

jueves, 24 de enero de 2008

Paradojas de la vida, una persona sin techo está durmiendo en un lugar que tiene dinero. Mi mayor pánico es a verme así, porque no sé si se dan cuenta de que la vida da vueltas y vueltas y más vueltas y que nunca se sabe lo que sucederá mañana a pesar de lo que diga Aramís Fuster.
Los precios suben, los sueldos se congelan (menos los de los mandatarios) y nosotros vamos a tener que vivir dentro de una caja comiendo ostias. Ni hecho aposta podrían estar peor las cosas para el desarrollo de la juventud.

Lo que hay debajo de ese saco de dormir azul es una persona. No conozco su rostro, ni sé si es un hombre o una mujer, y me pregunto qué circunstancias le llevaron a tener que dormir al calor de los cajeros automáticos.