Mi declaración de principios ante la navidad

lunes, 24 de diciembre de 2007

George Bush está sobre la tierra y yo no creo en él, así me sucede con Dios: supuestamente está en la tierra y en el cielo (algunos dicen que se les ha aparecido) y bueno, yo no creo en él, esté o no.Si Jesús es su hijo hecho carne y en nochebuena se festeja su supuesta venida al mundo en un portal, a mí me da lo mismo pero también me da lo mismo el cumpleaños de cualquier otro que me importe un pimiento. Lo que no me da lo mismo es la náusea navideña que vengo sufriendo desde mi pubertad, esto es que no soporto ver a la gente gastando una verdadera pasta en cosas inútiles, corriendo como locos al centro comercial más cercano para hacerse con todo lo necesario para festejar como es debido la venida al mundo del hijo de Dios. Los escaparates se engalanan, todo se llena de chiribitas de colores y alegría y bondad. A algunos les toca cenar con parientes a los que odian. Las grandes superficies, verdaderos expertos en venderte lo que sea, te guían con atractivos carteles y se encargan de recordarte que la navidad ya ha llegado a su negocio. Enciendes la tele y todo es navidad. Todo el mundo está aparentemente contento y no saben por qué. Ah, claro, que es navidad. Pues qué bien. Nos bombardean con anuncios publicitarios de ONG’s sólo en navidad y yo no entiendo por qué. Veo pobreza en todas partes y todos los días, no entiendo por qué nos acordamos de ellos sólo en navidad. No entiendo por qué todo el mundo es bueno en navidad y luego nos pasamos el año entero siendo unos hijos de puta.






Creo que estamos siguiendo unos patrones dictados por la televisión, con el gordo del traje rojo por todas partes porque es muy yankee y hasta los calcetines colgados en la chimenea, cada vez somos más estadounidenses e hipócritas y decimos cosas como ” la nochebuena es para estar en familia”¿Pero no se festeja el nacimiento del mesías?¿Y con qué familia lo celebra el que no tiene?¿Y con qué lo celebra quien no tiene nada?¿Y dónde lo celebra el que no tiene techo?Cuento chino, la nochebuena es una tradición cuyas raíces han sido absorbidas por ese señor gordo y barbudo que va por el aire con los renos en los anuncios de Caca-culo.









Pero yo tengo mi propia voz, y hace tiempo que he elegido no jugar a la navidad porque además de ser muy despegada no lo soporto: si no creo en Dios no tengo nada que celebrar, aún así algunas veces he dado el brazo a torcer pero no me gusta cenar con mis hermanos porque discuten y dan gritos en la mesa desde el principio de los tiempos. No lo soporto porque hoy y siempre lloro por todas y cada una de las personas que padecen miseria en el mundo, y lloro de lástima al ver a los hijos de puta de siempre lavando sus conciencias con donaciones navideñas a ONG's y aplastando a sus empleados, y mientras esto siga así no habrá navidad que valga, que tenga sentido.Nada de esto tiene sentido para mí, no quiero jugar a esto.Cuánto más tranquila estoy aquí, ahora escuchando a Alan Parsons Project mientras escribo esto, lejos del caos, los petardos, las borracheras, los insultos en la mesa, el consumismo salvaje del usar y tirar que cada día me tiene más asustada.Mis motivos para no celebrar la navidad me acompañan desde hace mucho tiempo.Jesús y los mercaderes.Los mercaderes vendiendo a Jesús.Elijo no celebrar: hace tres años que conseguí esta independencia y creo que me sobran motivos.Paso de las navidades pero no de la vida, mi experiencia hamburguesera se está haciendo grata SÓLO por las personas que son mis compañe@s, y hoy estoy muy contenta porque me han ayudado entre tod@s cuando no sabía alguna cosa y además me he puesto a hablar con un señor muy majo en el autobús y con otro por la calle que iba muy abrigado y le dije -usted no coge frío, ¿eh?- y nos paramos a charlar de las cosas importantes de la vida, como el saludo que yo le había hecho.Yo también me encuentro con personas por la calle que me dicen cosas.Una vez me senté en al autobús al lado de una señora que se sacó dos caramelos del bolso y abrió la mano ofreciéndome uno a elegir.Elegí uno y dijo: "así se hace el viaje más corto".Nos sonreímos y charlamos durante todo el trayecto.Estoy muy contenta, tengo un trabajo estable, salud, un techo y un corazón.


Me ha dicho un pajarito que un tal Jesús de Nazaret se encontró a unos mercaderes en el templo al que solía ir y los echó de allí, furioso.Aborrecía a los ricos.Y ahora su cumpleaños se celebra con gran boato porque es lo que mola.
Este año vuelvo a hacerme la misma pregunta de siempre ¿por qué Dios no ve lo que están haciendo los tan odiados poderosos con el cumple de su hijo? ¿Será que Dios no está?